martes, 23 de marzo de 2010

HIPERACTIVIDAD, ¿PROBLEMA PARA QUIÉN?

Seis o más de los siguientes síntomas de hiperactividad-impulsividad han estado presentes en la persona por lo menos durante 6 meses, al punto de que son inadecuados y tienen un efecto perturbador del nivel de desarrollo:
Hiperactividad
1. A menudo no deja de mover las manos ni los pies mientras está sentado.
2. A menudo se levanta de la silla cuando se quiere que permanezca sentado.
3. A menudo corre o trepa en lugares y en momentos inoportunos (es posible que los adultos y adolescentes se sientan muy inquietos).
4. A menudo, tiene problemas para jugar o disfrutar tranquilamente de las actividades de recreación.
5. A menudo, "está en constante movimiento” o parece que tuviera “un motor en los pies”.
6. A menudo habla demasiado.
Impulsividad
1. A menudo suelta una respuesta sin haber oído antes toda la pregunta.
2. A menudo le cuesta esperar su turno.
3. A menudo interrumpe al que esté hablando o se entromete, por ejemplo, en una conversación o juego.
II. Algunos de los síntomas que causan alteraciones están presentes desde antes de los 7 años de edad.
III. Alguna alteración provocada por los síntomas está presente en dos o más situaciones (p. ej., en la escuela o el trabajo y en la casa).
IV. Debe haber clara evidencia de una alteración considerable en el funcionamiento social, escolar o laboral.
V. Los síntomas no ocurren únicamente mientras la persona sufre de trastorno generalizado del desarrollo, esquizofrenia u otro trastorno sicótico. Los síntomas no indican la presencia de otro trastorno mental (p. ej. trastorno del humor, trastorno de ansiedad, trastorno disociativo o trastorno de la personalidad).
Características
• Una sensación de no lograr los propósitos, de no alcanzar los objetivos.
• Dificultades para organizarse.
• Realización simultánea de diversas tareas; comenzando una sin haber finalizado la anterior.
• Tendencia a decir lo primero que pasa por la cabeza sin tener en cuenta la oportunidad o lo apropiado del comentario.
• Una búsqueda habitual de estímulos nuevos.
• Facilidad para distraerse, problemas para mantener la atención a lo largo del tiempo.
• A menudo es una persona creativa, con gran iniciativa.
• Problemas para desenvolverse a través de los cauces establecidos, siguiendo el procedimiento “adecuado”
• Impaciencia; dificultad para esperar.
• Impulsividad verbal o en acción
• Tendencia a preocuparse innecesariamente de forma interminable
• Sensación de inseguridad
• Cambios en el estado de ánimo y en las actitudes
• Inquietud
• Tendencia a caer en adicciones (aspecto muy discutido)
• Problemas crónicos de autoestima, relacionados con el rechazo del entorno
• Historial familiar de TDA, enfermedad maníacodepresiva, depresión, abuso de sustancias u otros trastornos de control de los impulsos o del estado de ánimo
Si algún niño presenta algunas de estas características, no es motivo para que se le etiquete como TDA/H
Causa
Los ganglios basales y los lóbulos frontales son dos estructuras afectadas en los niños con déficit de atención e hiperactividad. Los científicos han encontrado cambios negativos en el lóbulo frontal, órganos del cerebro que intervienen en el control de la conducta, en la solución de problemas y en la capacidad para mantener la atención. Esto explica la dificultad de los enfermos para controlar el comportamiento, filtrar los estímulos y permanecer atentos. Otra región comprometida corresponde a los ganglios basales, que son agrupaciones de neuronas (células nerviosas) localizadas en la profundidad del cerebro y que trabajan de manera coordinada con el lóbulo frontal. Se ha detectado que dos sustancias químicas que utilizan las neuronas para comunicarse entre sí, dopamina y noradrenalina, están alteradas en los niños con déficit de atención e hiperactividad, pero no en sujetos sanos. Así, mientras tales compuestos abundan en los ganglios basales y en el lóbulo frontal de personas normales, no están disponibles en suficiente cantidad en los enfermos hiperactivos. Por tal motivo, el funcionamiento del cerebro es defectuoso y, sin tratamiento, el estado de anormalidad es permanente.
Tratamiento
Hasta ahora no hay cura para el TDA/H, pero se puede disminuir los síntomas. El tratamiento se debe diseñar de acuerdo a las necesidades específicas de cada niño y su familia. Frecuentemente, los niños con el TDA/H requieren una combinación de métodos/tácticas. Esta forma de tratar el TDA/H se llama “multimodal” e incluye:
• Educación a los padres y al niño sobre la diagnosis y el tratamiento
• Técnicas específicas de autocontrol del comportamiento
• Psicoestimulantes
• Programas académicos y de apoyo apropiados.
Las personas con TDA/H pueden tener vidas productivas y satisfactorias cuando reciben el tratamiento adecuado. Algunos de los problemas que se pueden presentar si el TDA/H no se trata son: el fracaso escolar, depresión, problemas en las relaciones sociales, problemas de conducta, baja autoestima y abuso de alcohol o drogas. La mayoría de los niños con TDA/H continúan con los síntomas durante la adultez, y pueden tener problemas en el trabajo y en el hogar a no ser que reciban el tratamiento.
PLATICAME ALGÚN CASO QUE TE HAYA SUCEDIDO CON ALUMNO(S) CON ESTAS CARACTERÍSTICAS Y COMO SE ATENDIÓ

domingo, 14 de marzo de 2010

QUE OPINAS DE LA PRÁCTICA PEDAGÓGICA

Partiendo de la breve explicación de las teorías se podría decir sin temor a la equivocación que: La manera como influyen las teorías picopedagógicas en los alumnos es muy breve o casi nula, ya que los profesores no consideran a éstas como un medio para producir aprendizajes debido a un sinnúmero de razones pero que a juicio personal se considera que la razón principal es que se desconocen dichas teorías y por ende su finalidad en cuanto a la concepción del conocimiento; otra razón muy marcada sería de que los docentes sólo se preocupan por dar cumplimiento a una serie de contenidos programáticos sin importarles la esencia misma de todo proceso educativo: construir conocimientos, propiciar cambios de conducta, motivar aprendizajes significativos, y sobre todo elevar la calidad de la educación; centrando todo su quehacer docente en conductismo tradicionalista; sin dar importancia al constructivismo para poder producir aprendizajes significativos.
Por lo anterior es importante que tanto los niveles educativos, autoridades, directivos y docentes se fijen nuevas metas y modalidades del aprendizaje por tanto se propone lo siguiente:
El aprendizaje se ha convertido en una necesidad a lo largo de toda la vida, por lo que lo más importante que debe hacer la escuela es enseñar a aprender.
Está decreciendo la importancia de la información; lo que se enfatiza ahora es la capacidad de transformar la información de manera significativa .
Hace falta además ir construyendo una teoría que esclarezca el nuevo paradigma de aprendizaje y explique, en congruencia con él, los cambios que se proponen en los métodos y estrategias de enseñanza.
La escuela debe ser un espacio abierto, un espacio social, en donde todos entren, en donde todos pasen, en donde no se separen de la calle, que haya una mayor convivencia y se conviertan alumnos y docentes en una verdadera comunidad escolar.
Para finalizar diré que antes de aminorar la responsabilidad de los docentes conviene responder a algunas preguntas. ¿Los diferentes modos de enseñar entrañan diferencias en el modo de aprender?, ¿Todo tipo de enseñanza facilita el aprendizaje?, ¿La actividad del alumno no guarda ninguna relación con la enseñanza que ha recibido?, ¿El trabajo del alumno se refleja después realmente en lo que aprende?... La clave está en entender que trabajar en un salón de clase es un asunto de enorme responsabilidad. Deben quedar claros los objetivos: cognoscitivos, habilidades, de conocimiento, entre otros, por que sólo así formaremos niños y adolescentes que aprendan a aprender, a pensar y a razonar; es decir que aprendan haciendo para que luego hagan pensando.